The big easy, Jim McBride, 1986










The big easy (o Querido detective como se la llamó en su estreno en España) era una de esas películas que veía en el videoclub, pero a la que no hacia mucho caso. No fue hasta el año pasado y ante el entusiasmo de Doctor Insermini en su podcast Vigilante que me decidí a verla.

Oh, Bellucci bendita, cómo la disfruté.

Es una película divertida y fascinante con una energía rarísima. Es una mezcla extraña de screnwall comedy, parodia del cine policial y thriller típico. Los personajes son extremos, raros, al borde la parodia. Las interpretaciones tienen un punto artificial, como si lo que está pasando no fuera de verdad. Hay un tono de comedia romántica en un ambiente tenso y con un punto enfermizo. Supongo que el estar ambientada en Nueva Orleans le da esa energía extraña y diferente a otras comedias criminales de la época (pienso en Legal Eagles del mismo año). Y el reparto. Porque hablamos de Dennis Quaid (no soy muy fan, pero cumple bien), una bellísima Ellen Barkin muy en la línea de la mejor Carole Lombard, Ned Beatty, John Goodman, Lisa Jane Persky, ¡Grace Zabriskie! y un cameo de Solomon Burke. Lo tiene todo para mi entusiasmo y disfrute.

Aunque entiendo que no a todo el mundo guste. Esa misma mezcla, el no decantarse por un género concreto si no cocerlos todos juntos, puede desconcertar como mínimo e irritar. Es una película que te pide que entres en su juego y te dejes llevar por su energía. Si entras el disfrute es máximo.

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