Vigilante Podcast

Amo el cine por encima de muchas cosas, pero a la vez leo pocos blogs de cine o escucho pocos podcast. El motivo es que lo que me suelen contar no me interesa nada. En la gran mayoría de lo que me he cruzado suelen dedicar minutos y minutos a comentar el último estreno multitudinario que se comenta en miles de sitio y en todas las redes sociales. No me interesa nada oír hablar de la última de Marvel, el segundo capítulo de It o la nueva del director consagrado que dirige con el piloto puesto ofreciendo lo mismo que hace veinte años (y que cada cual ponga el nombre que quiera). O si hablan de cine clásico sea sobre el final de Con faldas a lo loco o si Centauros del desierto es una película perfecta (que me la quiero mucho, pero no lo es y esas escenas del romance Vera Miles y el tonto son horribles).

Cuando escucho o leo algo quiero, sobre todo, que hablen de películas que no conozca y que despierten mi curiosidad. Que trate de cine más arriesgado, diferente, olvidado u obviado. Que verse sobre esa otra historia del cine que no escriben en los libros o que cuando se nombra suele ser en una pequeña nota y con algo de condescendencia. Y no me refiero solo a cine de género, que también, si no a autores en su sentido más amplio del término (y sí, Russ Meyer es un autor), las conexiones que se establecen entre películas y mucho amor por el cine, mucha mirada experta, pero también que el cine es diversión y sentido lúdico.

Todo esto y mucho más lo encuentro en el podcast de Dr. Insermini y Bullet Park (que podéis escuchar en plataformas como Ivoox).


Para mí es un lugar que me hace feliz y una ventana abierta al "otro lado". Es un podcast donde identifico unas voces que hablan en un idioma que entiendo y que tiene una visión parecida a la mía (parecida, que no igual, porque si fuera igual sería un rollo). El cine como algo más grande que la vida, una visión lúdica de las películas, tomarse en serio, pero no demasiado, disfrutar del cine por lo que es e intentar acercarse sin prejuicio, aunque estos son inevitables y en muchos casos ahorra tiempo y más si es sobre cine contemporáneo que es un rollo y feo y aburrido y poco interesante y falto de locura y la locura que aparece es impostada porque quiere parecerse a otra cosa no por admiración si no por nostalgia y la nostalgia es mala y hace mucho daño y, en serio, que los ochenta fueron una mierda, superadlo ya, joder, que ni Los cazafantasmas es tan divertida ni Los Goonies tan buena, y hay cine en otras épocas y en otros países y el camino de descubrirlo es apasionante y divertido y arriesgado y, sí, puedes tragarte muchas mierdas, pero cuando encuentras una joya y...

¿Por dónde iba?
Ah, sí. Vigilante.

¿Cómo resistirse a títulos de programas como Violaciones mecánicas o Ratas!? ¿O que en un par de programas sobre cine gay se nombre a Tras el Cristal o The Mecanic?


¿Existe un hilo que una a Billy Wilder e Ivan Zulueta? ¿O cómo es posible que John Waters ya influenciara al cine en los años cincuenta si empezó su carrera en los setenta? ¿Por qué en los años ochenta el subgénero de las ratas fue tan popular? (sí, en lo ochenta hubo algo más que la Amblin y el cine de Oliver Stone).

A esto se responde (y a más cosas) en los programas muy bien conducidos por Dr. Insermini y BulletPark en un ejercicio de cinefilia, pasión, algo de causticidad y mucho humor. Y consiguen unos programas apasionantes que van más allá de las películas de las que se hablan para conformar pistas, intuiciones, formas de entender el cine y, por ende, la vida. En el programa de "El síndrome Fedora" entre película y peluca se acaba hablando de la soledad del que ve el cine de forma diferente y asistimos deslumbrados a los puentes que tende Dr. Insermini entre Performance y Arrebato.


O ese momento mágico en el programa de "España violenta" donde BulletPark habla de otra forma de ver cine que se acerque más a la música o a la poesía liberando de valorar una película por términos más tradicionales como estructura o guión. La diversión de "Espíritu Waters" (puro amor al cine) o "Italia violenta" donde el cine de género toma el mando y nos acercamos a formas distintas de entender la belleza.

Para mí el podacast de Vigilante es una de las pocas cosas que considero imprescindible y resulta un pequeño refugio para los que pedimos / queremos / necesitamos otro tipo de cine u otra forma de ver / entender el cine. Consigue eso tan difícil, y que no sé si Dr. Insermini y BulletPark son conscientes o no, de trascender el tema que se habla para tocas asuntos más universales y sin perder el humor y la pasión por el tema. Como he dicho en el inicio de la entrada, una ventana al otro lado.


Hacedme caso y escuchadlo.
Vuestra forma de ver el cine no será igual. No saldréis indemnes. 
Y eso es maravilloso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La noche del terror ciego, Amando de Ossorio, 1972

Lo más destacado, que no necesariamente lo mejor, de 2022

Licorice pizza, Paul Thomas Anderson, 2021