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Mostrando entradas de marzo, 2022

Mi intervención en diferido en Vigilante Pop - Decadencia

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Cuando se anunció que el podcast Vigilante volvía y dio el nombre al programa, Decadencia , me alegré muchísimo porque diez meses sin Vigilante son muchos y era uno de los poco sitios que habla de cine donde me siento a gusto y con el que comparto muchos parámetros a la hora de enfrentarme a las películas. Y luego pensé en el título. Decadencia . Pero, ¿a qué se refería? ¿A películas de gente encerrada lamentando un mundo que ya no es? ¿A viejas glorias paseando sus vergüenzas por series B europeas?  ¿A Yvonne de Carlo en Satan Cheerleader's ? ¿A sitios viejos que conservan algo de esplendor bajo toneladas de polvo? Viejos teatros reconvertidos en cabarets de baja estofa donde las jóvenes aspirantes a estrella pierden la inocencia y las veteranas sueñas con tiempos en las que eran inocentes. ¿A qué demonios se referían? Y escucho el programa y veo que viajan hasta mediados del siglo XIX y el movimiento decadentista enfadándose con los naturalistas por mostrar sólo lo feo y cotidian

Licorice pizza, Paul Thomas Anderson, 2021

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Hay películas que sin saber por qué tocan ciertos resortes de tu ánimo, pulsan determinadas teclas y se abren a ti haciéndose necesarias e imprescindibles para explicarte y explicar quien eres en estos momentos. Frase estúpida y algo pedante, lo sé, pero ahora mismo no sé decirlo de otra forma. Cada vez me cuesta más encontrar películas como ésa; que me gusten hay muchas, que me emocionen, cada vez menos, pero las hay. Que me sacudan y eleven y hundan al mismo tiempo, muy pocas. Y en el cine contemporáneo, menos. La desconexión tan brutal y violenta que siento con el cine que se produce hoy en día hace que prácticamente nada de los que se estrena, sea en plataformas, sea en el cine, me interese, conmueva o motive. Culpa mía, lo sé. Me estoy haciendo viejo y, con seguridad, no sé mirar dónde correspondería. Por suerte, la semana pasada encontré una de esas películas. ¿Por qué? ¿Qué tiene la última película de Paul Thomas Anderson para afectarme de esta manera? ¿Para considerarla desde y

Please turn over, Gerald Thomas, 1959

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Una adolescente escribe un libro basado en la gente que conoce. Es un libro vulgar, escandaloso, lleno de violencia, sexo, desnudos y con un estilo ramplón. Naturalmente, se convierte en un éxito inmediato. Sus vecinos lo leen ávidos y acaban convencidos que la novela no es ficción, si no un retrato de la vida secreta del círculo familiar de la joven escritora. La película es una comedia bastante tonta y divertida a medias que hace pasar un rato entretenido y poco más. La parte de la familia sorprendida por las reacciones del pueblo, funciona. Cuando explican qué pasa en la novela se hace terriblemente largo y aburrido. El final es convencional y conservador, pero no hay sorpresa en esto. Hay escenas picantes, y muy inocentes, y tendencia a dejar a las protagonistas femeninas en ropa interior. ¿Por qué pierdo el tiempo hablando de una película de segunda fila?  Tres motivos. Primero. Porque pertenece a ese enorme puñado de cine los cincuenta, sesenta y setenta de serie B que por error