Spontaneous, Brian Duffield, 2020

Lo he dicho muchas veces y lo diré las veces que sean necesarias; uno de los géneros con los que más disfruto es con la comedia adolescente de instituto. Si a este género le añades toque fantástico y envoltorio dulce con poso dramático, mejor. Creo que lo fantástico le sienta al instituto de maravilla; es una forma preciosa y precisa de analizar, exponer y hablar de los miedos adolescentes de manera que se huye de discursos o moralinas demasiado evidentes. Pienso en títulos como Ginger Snap (2020), Detention (2011) o The faculty (1998) que hablan de desconcierto, cambios físicos y psicológicos, desconfianza hacia el mundo adulto, etc., de una forma amena, divertida y entretenida. Y, además, creo que en el fantástico estas películas demuestran mayor variedad y diversidad de costumbres, personalidades y físicos.

Spontaneous es una de las mejores muestras de esto y una de las películas que más me han gustado.

Los alumnos de una clase de último año empiezan a explotar. Nadie sabe por qué. Solo explotan. Y esos adolescentes entran de lleno en una espiral de miedo al ver que en cualquier momento, pum, y dejas de existir y todos tus sueños de universidad, viajes, novios y fiestas sencillamente desaparecen. Un miedo que se acentúa al ver que todo aquello en lo que siempre les habían dicho que podían confiar, también se aterrorizan y no saben qué hacer; los padres, los médicos, políticos, etc., el mundo adulto en general también se desmorona. ¿Qué queda entonces? ¿Qué hacer? Cada personaje buscará su forma de evadirse de esa constante presencia de la muerte e intentar aprovech... no, en Spontaneous hay mucho de nihilismo y poco de carpe diem (aunque, claro, algo hay).

Es una película bien explicada, bonita, divertida y tierna sin que sea cursi. Utiliza muy bien la música (creo que cualquier película que utilice cualquier versión de Bye bye love me tendrá ganado), tiene un buen puñado de actores muy entregados donde sobresale la pareja protagonista; una estupenda Katherine Langford y Charlie Plummer, dos actores, además, alejados del estereotipo apolíneo con el que las series y películas juveniles nos suelen torturar.







Spontaneous adapta una novela juvenil del mismo título escrita por Aaron Starmer y que en España ha publicado Océano Travesía.


Simplifica tramas, elimina personajes o los funde en virtud de una mayor concreción narrativa; el fondo de la película y de la novela es exactamente el mismo, el desconcierto y miedo de los adolescentes y la ineptitud de los adultos de dar una solución. La rabia por crecer, la presencia de la muerte y el absoluto abismo que es el futuro. Si es que éste llega a existir, claro. 

Y comparten una protagonista realmente exquisita, una voz narrativa irónica, insolente, a veces cargante y que no siempre cae bien, honesta y cargada de un profundísimo dolor que, naturalmente, no quiere admitir y va llenando de ira progresiva los capítulos. Y sin dejar de ser una novela, y una película, divertidísima.


En un año que se acaba y que según twitter iba estrenando casi una obra maestra por semana entre cines (el poco tiempo que han estado abiertos) y plataformas, una de mis películas del año será esta Spontaneous. Y, sí, se le pueden poner algunos problemas, pero como tantas otras veces, no me importan.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lo más destacado, que no necesariamente lo mejor, de 2022

La noche del terror ciego, Amando de Ossorio, 1972

Cine de animadoras. Parte II de unas cuantas