Cine de animadoras. Parte VI. Y acabamos.

Última entrada sobre el ciclo de Cine de Animadoras. Has sido dieciocho películas sobre pompones y espíritu escolar. Creo que es suficiente.

Bring it on. Worldwide #Cheersmack, Robert Adetuyi, 2017


Imaginemos algo.
Sales del cine después de ver una película que habías esperado durante mucho tiempo, pero que ha resultado ser un horror pretencioso y aburrido. Has estados durante las tres horas que dura la película al lado de un tipo sudoroso que recoge palomitas del suelo de las otras sesiones y masculla cosas como "oh sí, nena, oh sí, abre esa puerta para papi" cada vez que la protagonista aparece en pantalla. Sales del cine, digo, y camino de casa una banda de mercenarios internacionales con acento neutrísimo para que no acusen al narrador de racista, te secuestra, te mete en una furgoneta que huele col sobrecocida en pis de gato, te ponen capucha y unos auriculares para que no puedas ver ni oír nada del exterior. De los auriculares una versión acelerada de los pitufos maquineros lee prospectos de farmacia y hace chistes de mariquitas. Tras un tiempo indeterminado, llegas a un cabaña en el bosque donde te desnuda, meten tus pies en agua de batería, te electrocutan los genitales mientras un tipo va leyendo las polémicas más recientes de twitter (cocción de la tortilla de patatas, si Christopher Nolan es guapo o no, si comprar libros es de elites rancias, etc). Cuando crees que nada puede ir a peor, el mismo tipo sudado que comía palomitas del suelo te trepana el cráneo dejando a la vista tu cerebro y se mea en él.

Pues más o menos esto es lo que sentí al ver Bring it on. Worldwide #Cheersmack; una estupidez mayúscula de la que no puedes reírte y con la que no puedes reírte. Un despropósito que no tiene nada de cine ni de vida ni de broma ni de parodia, una inmensa nada mal hecha, mal interpretada, mal escrita, mal dirigida, mal... todo. Una película sobre la influencia de las redes sociales escrita por una persona no sabe qué son las redes sociales, cómo se utilizan o cómo funcionan. Un horror mayúsculo, estúpido y doloroso. Hora y media de sufrimiento, de escenas que se alargan entre estertores y que están pidiendo que alguien las dispare, diálogos imposibles y ridículos cuando juegan tanto a la gracia como a la profundidad inane de un folio, historia inexistente sobre una competición virtual de equipos de animadoras con la protagonistas más odiosa de toda la serie y que de una escena a otra se convierte en buena persona sin un por qué y... no puedo olvidarla, no puedo evitar que las coreografías se repitan en mi mente, ver a la protagonista diciendo agudezas sin sentido... no me merezco esto, intento ser una buena persona, no tiro papeles al suelo y mato poco. ¿Por qué?

- Te metiste en esto porque tú quisiste.

Ya lo sé, pero no esperaba encontrarme con... esto.




Bastante duro es todo esto que nos rodea, la realidad, el mundo covid que nos consume y despoja de humanidad y esperanza para ver algo como Bring it on. Worldwide #Cheersmack y que los responsables a dia de hoy no hayan pedido perdón.

¿Lo mejor? La descacharrante parodia que hace Vivica A. Fox de RuPaul, aunque creo que no era su intención.


¿Lo peor? Todo.
Aunque sigue siendo mejor película que A beautiful mind.

Jennifer's Body, Karyn Kusama, 2009


Aclaración, Jennifer's body no es una película de animadoras. Me engañaron. Cuando empecé el ciclo de películas de animadoras busqué por estos mundos de internet recomendaciones en ridículas listas de "lo mejor de..." y en casi todas ellas mencionaban Jennifer's body como una de las mejores películas de animadoras. 


Mentira cochina.
Las animadoras no tienen ninguna incidencia en la película y su presencia se reduce a unos cinco segundos que sirven para marcar otra diferencia entre la popular y hermosas Jennifer y su discreta y feucha amiga Anita interpretada por Amanda Seyfried de feucha y poquita cosa tirando del socorrido truco de las gafas y la ropa ancha... Ese universo de Hollywood donde las feas son Amanda Seyfried.

Tengo gafas y a veces llevo petos ergo soy feucha, pero maja, simpática y una gran amiga.

 Así que hago trampa y hablo de una película que en verdad no es de animadoras. Lo admito, aceptaré el castigo, pero no pienso buscar otra. Bastante he hecho.

Bien, una vez aclarado esto, la película.

Había oído cosas muy malas de Jennifer's Body (tonta, ridícula, patética, etc.) y si no la había visto hasta ahora es principalmente porque su guionista, Diablo Cody, es también responsable del guion de aquella horrible cosa timorata, conservadora e hipócrita llamada Juno. Prejuicios y todo eso, vale. Ahora la visto y como dicen los jóvenes yeyés de hoy en día, pues ni tan mal. 

Es divertida, es rápida e ingeniosa y funciona porque tiene a dos actrices que están muy bien y muy entregadas a sus personajes. Tanto Megan Fox, que fue masacrada en las críticas, como Amanda Seyfried juegan muy bien sus roles y consiguen que la película funciona a pesar de ciertos momentos de brocha gorda o caricatura que entorpecen la narración (el personaje del director de escuela, por ejemplo, o considerar a Johnny Simmons objeto de algún posible deseo).

Tiene la estructura de una comedia romántica de toda la vida subvertiendo los roles y añadiendo el elemento fantástico demoníaco. Hay coqueteo, baile de graduación, pruebas de vestuario, chicos pidiendo salir, pero los vértices del triángulo cambian y mutan. No es difícil ver que se trata de una no muy sutil metáfora sobre cambios de la adolescencia y la traumática etapa del instituto, pero lo hace siendo simpática, sangrienta, con escenas de horror conseguidas y dejando clara la tesis fundamental de la película: 

a saber, que los grupos que van de independientes, pero solo aspiran a ser de masas son lo más puto peor.








All cheerleader's die, Lucky McKee y Chris Sivertson, 2013


Me encanta esta película.
Sí, tiene muchos problemas y, con seguridad, estaré de acuerdo con muchos de ellos.
En ocasiones tiene una acabado visual poco cuidado que roza lo amateur (y sorprende porque no es primera película de Lucky McKee), los efectos son un poco de risa, a veces no tiene el tono adecuado y otros etcéteras.
Me da igual todos sus problemas.

Me encanta esta película.

¿Y cómo no me a gustar una película sobre animadoras zombis que se dedican a dar caza a un grupo de jugadores de futbol americano violentos y de masculinidad frágil? ¿Cómo no gustarme este canto al amor sáfico y a la venganza? ¿Cómo no me va a gustar una cinta que se presenta y se siente orgullosa de ser una serie B y de tener como ascendencia los cómics de terror de los cincuenta, la comedia de instituto y el terror barato? Que coge el género juvenil y lo subvierte a base de descaro y humor negro.








Ojalá un día esa segunda parte (aunque sé que era una broma más) y más productos con este descaro y estas imperfecciones. En ellas está la belleza.

BOLA EXTRA

Entre la numerosa, y en demasiadas ocasiones olvidable, oferta de Netflix está LA serie sobre animadoras. Se llama Dare Me, está creada por la novelista de narrativa negra Meg Cabbott, autora de la novela en la que se basa (y de la que hablé en otro blog) y que si se obvian algunos irritantes tics de la ficción actual (confundir buena fotografía con excesos de filtros, demasiada seriedad impostada, mucha mirada intensa y mucho silencio que no dice nada, exceso de capítulos, etc.) es un buen producto y es un brutal, cruel y despiadado retrato de las miserias del universo de las animadoras. 

Una metáfora del capitalismo brutal y desmedido. La venganza, los reproches, la ambición, la crueldad entre las componentes de un grupo de animadoras que se mueven en un submundo de dominación, luchas de poder y guerras psicológicas. Hasta que todo acaba en crimen, claro. Es entretenida, es rápida pese a sus tiempos muertos y es tremendamente cruel.

Aunque lo parezca no es un culebrón o un mal remedo de ese abismo de horror que es Riverdale y su complacencia (en serio, no eres tan malota como te crees). Tira más al thriller y la novela negra de toda la vida; un ojo en Bring it on y otro en Jim Thompson.


Destaca Marlo Kelly como la protagonista. A primera vista, la reina abeja y la zorra más zorra del instituto, pero es eso; a primera vista.

Y ya está. Hasta aquí. Dieciocho películas y una serie. No está mal, creo.
Hasta el próximo reto.


Comentarios

  1. Bueno, bueno, bueno, creo que podemos decir que te has graduado con honores. Por mi parte, me lo he pasado muy bien leyéndote, aunque ganas de ver las películas no tengo muchas, je (con el reto de Jane Eyre seguro que me crearás necesidades, lo veo venir). Me alegra que al menos hayas disfrutado de los zombis y del thriller; consuela saber que no todo es azúcar y "feas" con gafas.

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