Cine de animadoras. Parte V de VI. Queda menos y me guardo lo mejor para el final

Bring it on. Fight to the finish, Bille Woodruff, 2009

Quinta parte (sí, quinta) de la saga Bring it on que en el año 2000 empezó al estupenda película de Peyton Reed. Después de esa no ha habido ninguna buena, pero algunas son menos malas que otras o, dicho de otra forma, con algunas tienes menos ganas de hacerte una trepanación que con otras. Bring it on. Fight to the finish es de las """""""""""""""buenas""""""""""""""". Es larga hasta el tiro de gracia, no tiene estilo, es visualmente muy fea, muchos de los que salen dan bastante vergüenza ajena y se consigue algo tan difícil que es que los números de animadoras no luzcan bien.

Pero es de las buenas, de verdad, porque intenta a su manera tener un argumento sobre integración y romper barreras sociales y de clase, amistad, hermandad y, no sé, espíritu competitivo, supongo. A su manera dolorosa es entretenida aunque después de la sexta vez que las antagonistas se cruzan ironías solo quieres gritar y pedir que entren los payasos asesinos. A pesar de estar dirigida con el piloto automático, sin un atisbo de personalidad y, en algunos momentos, estar dirigida de la peor forma posible, es de las buenas. No es decir mucho ni invito a nadie a verla, pero lo es.

A mí me entretuvo, pero a estas alturas del partido ya me trago cualquier cosa.









De verdad, esto es lo mejor que he podido sacar de la película.
Es deprimente, lo sé.

Sugar & Spice, Francine McDougall, 2001



Hija de American Pie y su mezcla de referencias, pedos y momentos ingeniosos. Sugar & Spice me gusta, de verdad. Es poquita cosa, pero lo poquito que es es divertido, agradable y mono. Y con chistes de pedos que algunos funcionan y otros, no. La anécdota principal es la de ver a unas dulces eanimadoras atracar un banco para ayudar a una amiga embarazada. 

Personajes estereotipados (la dulce, la bruta, la lista, la salida, etc.), pero que funcionan gracias a un puñado de actrices que lo pasan bien (que luego a lo mejor el rodaje fue un infierno y se odiaban y preferían que un parásito les pusieran huevos en los ojos que compartir plano con esa perra) y lo hacen pasar bien. Aprender a atracar un banco viendo Heat y Point Break tiene su gracia como la estructura de testigo de crimen.

No es nada y no da para mucho, pero pasas un rato la mar de entretenido, te ríes a momentos y es de las mejores películas de animadoras.









Buffy, the vampire slayer, Fran Rabel Kuzui, 1992


El mediocre origen de algo que sería muy grande.

Después de verla no me extraña que Joss Whedon quedara tan y tan insatisfecho con el resultado y luchara por resucitar el personaje en formato serie de televisión porque la película de Buffy es mala. Ni con toda la simpatía del mundo ni toda la buena fe que le pone el enamorado de la animadora mata vampiros puede salvar esta película. Hay destellos, conversaciones entre Donald Sutherland y Kristy Swanson o la imagen icónica de Buffy vestido blanco y la chupa de cuero dispuesta a matar al malvado (e inútil) vampiro jefe. La grandísima idea de dar la vuelta a los tópicos del cine de terror, la animadora rubia y superficial de víctima a heroína y de crear una historia de poder femenino y de superación no encuentra en la película su mejor traslación.


Buffy The movie es muy decepcionante. Y terrible.
¿Por qué? Por que años después se demostró que la idea era buena y que funcionaba. ¿Por qué la película no funciona? Creo que hay una mezcla de falta alarmante de presupuesto (todo luce lo más barato y feo que se puede) e incompetencia de dirección. Las escenas están mal resueltas, los personajes se mueven de un lado a otro sin saber qué hacer y se desaprovecha un estupendo reparto haciendo que Donald Sutherland y Rutger Hauer estén... mal. Sobre todo este último que compone un vampiro ridículo que provoca mucha vergüenza.


Y me gustaría decir que a pesar de todo la película es entretenida y pese a los problemas, oye, pasas un rato entretenido. Pero no. Es más aburrida que otra cosa y ni Peter Reubens o David Arquette animan el cotarro porque acabas viendo una serie de decisiones erróneas que acaban lastrando el conjunto. Buffy debería acercarse más al terror y la aventura que a la comedia de institutos y el humor tonto acaba adueñándose de la cinta. Supongo que es esa idea de hacerla lo más accesible al mayor público posible que se acaba infantilizando la película en el peor sentido de la palabra. Y lo terriblemente montada y dirigida que está. De verdad, es de denuncia.






Me duele, pero fue el peaje necesario para que unos años después se estrenara una serie llamada Buffy que vino a revolucionar las series juveniles y las heroínas que se veían en ellas. Para mí, Buffy es una serie muy importante en lo personal y en mi crecimiento como consumidor de ficción. La subversión del género, el aceptar como parte integrante los tópicos del género juvenil y dinamitarlos, la creación de un complejo universo, una vuelta a la idea de héroe y unos personajes ricos, complejos y cercanos. 


Pero esto ya si acaso otro día.

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