La primera carga al machete, Manuel Octavio Gómez, 1969

La primera carga al machete es una película claramente política y propagandística; la Revolución cubana de 1959 tiene su origen más básico en otras revoluciones que el cubano hizo contra la opresión a lo largo de su historia; forma parte de su adn como pueblo y nación. 


Esta "primera carga" es una recreación del a batalla de Pino de Baire que ocurrió en 1868 durante la Guerra de los Diez Años; una de las tres guerras que a lo largo del siglo XIX enfrentaron a los revolucionarios cubanos con el ejercito español que ocupaba la isla. El resultado de esta batalla fue una victoria aplastante de los cubanos y una huía humillante y agónica del ejército español que, en principio, era claramente superior, pero se encontraron con una feroz lucha cuerpo a cuerpo donde el cubano utilizó el machete como arma.

Sí, un vehículo propagandístico donde los personajes utilizan la misma retórica de la Revolución de 1959 y que acaba siendo una glorificación de la lucha armada y una mitificación del espíritu revolucionario del país.

Sin embargo, y aquí viene la genialidad de la película, todo esto acaba siendo sublimado por la radicalidad de su propuesta estética. La película de Manuel Octavio Gómez se construye como un falso documental donde personajes históricos del siglo XIX hablan directamente a cámara y responden a entrevistas. Donde en las sombras se ve el perfil de la cámara y se oye a los periodistas indagando y preguntando. La imagen está sobreexpuesta, muy contrastada, por momentos quemada dando un mosaico de blancos y negros con muy pocos grises (acorde con el tema de la película, claro), pero que acaba sublimando el relato y llevándolo a enromes grados de abstraccion que lo acercan al cine experimental y al vídeo arte. Las imágenes se ven influenciadas por el fotoperiodismo de guerra, por momentos parece un reportaje sobre Vietnam, y los noticieros de la época. 

Y para mí los últimos quince minutos, y alguno de su zona central, se convierten en muestras de cine de terror. No veo la épica, si no la muerte, el horror, la plasmación de una pesadilla.















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