Killer Klowns from Outer Space, Stephen Chiodo, 1988

No sé por qué no había visto esta maravilla hasta ahora.


Colorista, divertida, preciosa, homenaje sincero y sentido a la serie B de monstruos y extraterrestres de los cincuenta (y premitidme que me ponga viejuno, no como hoy en día donde me parece que esos homenajes a la sencillez narrativa y de recursos de la serie B tiene un aire de cachondeo condescendiente y paternalista que me irrita profundamente amén de un juego con una falsa y postiza nostalgia), un diseño de producción espectacular así como de vestuario o con los payasos asesinos del espacio exterior y un color precioso.

Es una película que luce muy bien y no se ve ni vieja ni cutre (y como me venga alguien a cargar contra los efectos especiales artesanales me cabreo). El mimo en la producción es evidente así como la implicación de actores (lo que pasa, pasa de verdad y tiene consecuencias reales; por eso funciona la película tan bien. Porque para el espectador es divertido, pero para los personajes no tiene ni puta gracia) con un tipo de interpretación que recuerda mucho a The Blob (1958).

Y es película única.
















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