Reto Oscars. Tercera ceremonia. 5 de noviembre de 1930
5 de noviembre de 1930.
Hotel Ambassador de los Ángeles.
La película Sin novedad en el frente se alzaba con dos de los premios gordos, película y director.
Adaptación modélica de la novela Sin novedad en el frente de Erich Maria Remarque conservando toda su fuerza antibelicista y su crudeza en el retrato del horror de la guerra. Al igual que en el libro de Remarque, no hay heroísmo, no hay nobleza, no hay dignidad y su final es desolador y terriblemente cruel... nada se salva a la guerra y nada tiene sentido.
A diferencia de otras películas presuntamente antibelicistas de años posteriores (pienso en Salvar al soldado Ryan o Hasta el último hombre, donde sus finales heróicos contradicen totalmente el mensaje que en teoría querían vender y donde el dolor y la muerte encuentran un sentido), la película de Lewis Milestone es cruda. La guerra no tiene sentido, mueren los jóvenes y nada sobrevive a ella.
Casi una obra maestra. Las escenas de las trincheras son virtuosas y muy pocas veces se ha retratado de forma tan directa y cruda ese horror. Así como los momentos más íntimos entre los soldados, las bromas, la amistad que se forja entre el barro y la sangre. Lewis Milestone se convierte en el primer director en tener dos premios (ganó uno en la primera edición) y muestra una enorme seguridad y aplomo tanto en las escenas bélicas como en las más íntimas (el viaje de permiso del protagonista a su familia y lo triste y terriblemente patético que es toda la situación; sobre todo esos orondos burgueses explicando al joven soldado qué es la guerra).
Lo que me gusta del cine de esta época es que aun vivía de los restos del cine mudo y se nota en la fuerza narrativa de las imágenes por sí solas (las escenas de combate en las trincheras o la noche que pasa uno de los soldados con un enemigo caído). Eso no quita el extraordinario uso del sonido (las escenas de batallas no tienen música incidental; solo el ruido de las detonaciones y la maquinaria, los gritos de dolor, etc.)
¿La mejor película del año?
Una de las mejores, sin duda y eso que también estuvieron
¿Algún otro premio destacable de ese año?
Norma Shearer gana el premio a mejor actriz por La divorciada.
Actriz muy popular en la época de la que hoy en día pocos se acuerdan y que en los treinta era ejemplo y resumen de lo que era una estrella. Trabajó con lo mejor y salió en películas tan populares como Mujeres de George Cukor; cuyo maravilloso reparto estaba íntegramente formado por mujeres y donde se podía ver a Joan Crawford, Paulette Goddard (que sería esposa del autor de Sin novedad en el frente, Rosalind Russell o Joan Fontain). Eso sí, en la película de lo único que se hablaba era de hombres. Pero sus diálogos estaban tan bien construidos...
La película de La divorciada es muy interesante. Es un drama intenso muy del momento con un punto de partida malicioso. Un matrimonio en apariencia feliz hasta que ella se entera que su marido ha tenido una aventura. Como él le quita importancia al asunto apelando a lo moderna y sensata que es ella, el personaje de Norma Shearer decide responder de la misma forma; teniendo una aventura sin importancia y que él lo entienda igual que lo tendría que hacer ella. Naturalmente que la infiel sea la esposa es diferente y todo acaba en divorcio y ella se da a la buena vida pasando de un amante a otro hasta, pero está triste y... bueno, pasan más cosas.
Greta Garbo y Joan Crawford estaban nominadas ese año, pero se fueron de vacío. La segunda lo ganaría años después. La primera, nunca.
El premio a mejor actor se lo llevó George Arliss por una película histórica llamada Disraeli que no he visto y no creo que lo haga; la historia del ministro inglés que aseguró para sus compatriotas el Canal de Suez se me atraganta bastante, la verdad.
Y poco más interesante.
Pronto la ceremonia de 1931.
Hotel Ambassador de los Ángeles.
La película Sin novedad en el frente se alzaba con dos de los premios gordos, película y director.
Adaptación modélica de la novela Sin novedad en el frente de Erich Maria Remarque conservando toda su fuerza antibelicista y su crudeza en el retrato del horror de la guerra. Al igual que en el libro de Remarque, no hay heroísmo, no hay nobleza, no hay dignidad y su final es desolador y terriblemente cruel... nada se salva a la guerra y nada tiene sentido.
A diferencia de otras películas presuntamente antibelicistas de años posteriores (pienso en Salvar al soldado Ryan o Hasta el último hombre, donde sus finales heróicos contradicen totalmente el mensaje que en teoría querían vender y donde el dolor y la muerte encuentran un sentido), la película de Lewis Milestone es cruda. La guerra no tiene sentido, mueren los jóvenes y nada sobrevive a ella.
Casi una obra maestra. Las escenas de las trincheras son virtuosas y muy pocas veces se ha retratado de forma tan directa y cruda ese horror. Así como los momentos más íntimos entre los soldados, las bromas, la amistad que se forja entre el barro y la sangre. Lewis Milestone se convierte en el primer director en tener dos premios (ganó uno en la primera edición) y muestra una enorme seguridad y aplomo tanto en las escenas bélicas como en las más íntimas (el viaje de permiso del protagonista a su familia y lo triste y terriblemente patético que es toda la situación; sobre todo esos orondos burgueses explicando al joven soldado qué es la guerra).
Lo que me gusta del cine de esta época es que aun vivía de los restos del cine mudo y se nota en la fuerza narrativa de las imágenes por sí solas (las escenas de combate en las trincheras o la noche que pasa uno de los soldados con un enemigo caído). Eso no quita el extraordinario uso del sonido (las escenas de batallas no tienen música incidental; solo el ruido de las detonaciones y la maquinaria, los gritos de dolor, etc.)
¿La mejor película del año?
Una de las mejores, sin duda y eso que también estuvieron
¿Algún otro premio destacable de ese año?
Norma Shearer gana el premio a mejor actriz por La divorciada.
Actriz muy popular en la época de la que hoy en día pocos se acuerdan y que en los treinta era ejemplo y resumen de lo que era una estrella. Trabajó con lo mejor y salió en películas tan populares como Mujeres de George Cukor; cuyo maravilloso reparto estaba íntegramente formado por mujeres y donde se podía ver a Joan Crawford, Paulette Goddard (que sería esposa del autor de Sin novedad en el frente, Rosalind Russell o Joan Fontain). Eso sí, en la película de lo único que se hablaba era de hombres. Pero sus diálogos estaban tan bien construidos...
La película de La divorciada es muy interesante. Es un drama intenso muy del momento con un punto de partida malicioso. Un matrimonio en apariencia feliz hasta que ella se entera que su marido ha tenido una aventura. Como él le quita importancia al asunto apelando a lo moderna y sensata que es ella, el personaje de Norma Shearer decide responder de la misma forma; teniendo una aventura sin importancia y que él lo entienda igual que lo tendría que hacer ella. Naturalmente que la infiel sea la esposa es diferente y todo acaba en divorcio y ella se da a la buena vida pasando de un amante a otro hasta, pero está triste y... bueno, pasan más cosas.
Greta Garbo y Joan Crawford estaban nominadas ese año, pero se fueron de vacío. La segunda lo ganaría años después. La primera, nunca.
El premio a mejor actor se lo llevó George Arliss por una película histórica llamada Disraeli que no he visto y no creo que lo haga; la historia del ministro inglés que aseguró para sus compatriotas el Canal de Suez se me atraganta bastante, la verdad.
Y poco más interesante.
Pronto la ceremonia de 1931.
Yo aun sin ver esta película ni leer el libro, Jorge. Me lo tendrás que perdonar.
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