The Neon Demon, Nicolas Winding Refn, 2016


Una película que irrita / molesta / cabrea / incendia a tanta gente solo puede tener mis simpatías. Y si parte de esa gente fue la crítica de Cannes, mejor.

Un ejercicio estético apabullante. Una oda hedonista y egocéntrica. Reventar las expectativas del espectador ofreciendo cualquier otra cosa, menos lo que espera ver.

No voy a entrar en la discusión de si es vacía, esteticista, de si utilizar la superficialidad para retratar un mundo superficial es la mejor opción y demás bla bla bla. Viéndola pasé dos horas estupendas y me divertí horrores con este cuento de hadas de aquelarres, fuerzas primigenias, brujería, sacrificios y la belleza que oculta horrores.

Para mí, The Neon Demon es un sí enorme y la figura de alguien como Nicolas Winding Refn es muy necesaria en un momento en el que el cine es tan aburrido.















(Las capturas que acompañan esta entrada están cogidas todas al azar de la película porque da igual donde la detengas... cada plano es precioso).

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