La fille du 14 julliet, Antonin Peretjako,

Vaya por delante que una película se ría y parodie los dimes y diretes de la nouvelle vague y del cine intelectual francés con sus diálogos interminables, disquisiciones sobre nada y su, como alguien dijo, cine en prosa, de entrada tiene todas mis simpatías. Y si además es graciosa, mejor.

La fille du 14 julliet es todo esto (algo menos graciosa de lo que se cree y un poco más aburrida de lo que pretendía). La vi por accidente y me encontré con una burla bastante cruel del cine intelectual y de la nouvelle vague, más en concreto del cine de Eric Romher y su gusto por personajes intelectuales enzarzados en larguísimas conversaciones, y del cine de Goddard en su aparato más estético y vacuo.

La película es el viaje a la playa de dos parejas que están de vacaciones en un verano donde Francia está inmersa en su peor crisis económica. Se copia de forma escrupulosa la famosa estructura de los cuentos morales de Romher (A está con B, A se va con C, A vuelve con B) y por el camino se van encontrando con extraños personajes y situaciones surrealistas que los protagonistas viven de forma natural porque ellos son extraños y surrealistas.

Mucha risa a costa del postureo moderno, de la estética y fotografía de la época, de las monerías de las musas de Goddard, de las conversaciones que no llegan a ninguna parte y de ese maestro al que se recurre buscando un consejo que no servirá de nada y que da el mejor personaje de la película, el Docteur Placenta, dentista sin licencia y verborreico por gracia del guionista, sobre todo en la escena de la cena y su conclusión. Adoro el absurdo por el absurdo.

Y sí, mientras la veía me reí poco, me aburrí bastante, pero la vi entera y la recuerdo con cariño. Vimala Pons está estupenda, tiene momentos divertidos combinados con algunas gracias terribles, momentos vacíos, mucho humor grueso, situaciones alargadas, etc. Es terriblemente irregular y por momentos muy irritante. Pero me hizo gracia.

Al final queda una película divertida, un canto hedonista al cuerpo, al disfrute y el verano, una sátira ligera sobre la crisis económica y los jóvenes despistados, unos actores donde se mezcla lo adorable con lo irritante (y que cada uno elija) y la parodia de unos años de gloria para el cine francés. Y, a la vez, es muy aburrida. ¿Entendéis lo que quiero decir?