God help the girl, Stuart Murdoch, 2014


¿Qué ocurre cuando una película que va en contra de todas tus convicciones cinematográficas y de todo lo que has creído que es cine te gusta? ¿Cómo vives después de eso?

Vi God help de girl porque me apetecía un musical, pero desde hace tiempo no tengo paciencia para el musical clásico americano (a no ser que sea el de los años treinta y ambientado en el mundo del teatro y que salga Joan Blondell), Jacques Demy me produce mareos y taquicardia y All that jazz la he visto demasiadas (nunca son demasiadas) veces. Así que dando una vuelta por el catálogo de Filmin me encontré con esto y, ¿qué demonios? probemos.

Una chica con problemas alimenticios se escapa de la residencia donde vive y conoce a un chico guapo y luego conoce a otro y se hacen amigos (del segundo, con el primero hay filete) y montan un grupo de música con una tercera y pasa una hora y media entre canciones y vídeos y poca cosa más y qué hacía yo viendo esto y, sobre todo, gustándome.

God help the girl está dirigida por Stuart Murdoch, parte del grupo musical Belle & Sebastian (conjunto musicovocal que no he seguido mucho, pero de lo que he escuchado tiene alguna canción que me gusta, la mayor parte me es indiferente y alguna cosa me irrita enormemente) y es su única incursión en el cine. La película es un compendio de ínfulas indis subgénero gente joven triste que se busca a sí misma y tiene desazón vital


con influencias / referencias a la parte más superficial y estética de la nouvelle vague y el free cinema, pero sin el espíritu rompedor de uno ni la ira del otro.

La típica escena de gente guapa corriendo. En serio, Bande à part ha hecho mucho daño.

Hay un montón de imágenes así como guais, canciones pegadizas y los protagonistas hacen muecas y posturas (que me recordaban a cuando Anna Karina hacía el tonto en las películas de Godard)


mezcladas con filosofía nihilista de doscientos ochenta caracteres.


Las escenas musicales no son numero en el sentido clásico; son vídeoclips (algunos mejores, otros peores) que van puntuando la historia y deriva emocional de los protagonistas.


Es una película donde todo es bonito. Las canciones son chulas, los números están bien montados, los actores son guapos, la fotografía es cálida y agradable, así como los escenarios y ambientes. La mínima subtrama del trastorno alimenticio de la protagonista esta tratado con una profunda superficialidad. Todo es correcto, envuelto con precisión y belleza, terriblemente aséptico.

¿Por qué me ha gustado esto? Es el tipo de cine que me molesta e irrita, pero God help the girl me gusta e, incluso, me he sorprendido escuchando su banda sonora. ¿Por qué? Lo mismo que digo de ésta lo podría decir de La la land (aunque de forma menos elegante) y esta última la detesto profundamente. ¿Qué tiene God help the girl?

Supongo que porque dentro de su superficialidad hay un retrato bastante certero del desconcierto de la juventud; de ese momento jodidísimo de la vida en el que tienes que elegir qué hacer y en qué convertirte y, sencillamente, no sabes y dejas pasar los días hasta que la vida empuja.

La música está bien y consigue eso tan difícil en un musical que las canciones expliquen la historia y digan algo. Música y baile están muy bien integrados dentro de la película porque ésta se construyó alrededor de las canciones que ya existían. En el momento en el que se ponen a cantar, la historia sigue, fluye y explica.

Porque detrás de todo su postureo y estética deudora de los peor de otras estéticas anteriores hay algo sincero, casi inocente. Hay una forma de ver el mundo; una sensibilidad personal y una forma genuina de entender el género. A pesar de todo su postureo, no hay impostura (al contrario que La la land, que parece construida para contentar al mayor número de personas posibles corriendo los menores riesgos posibles y que todo sea correcto y bonito y aburrido).



Y porque Hannah Murray está adorable; fresca, natural, divertida... parece que actúa en una película diferente donde todo es mucho más divertido.


Voy escribiendo los motivos por los que creo que me ha gustado una película que lo tienen todo para que no me guste y sin entenderlo. No me interesan las historias de jóvenes en crisis vital (como no me gustan los melodramas de señoras que miran intensamente a sus jardineros o sobre despertares sexuales), ni me gusta el pop independiente (siendo radicales, la música que se hizo posterior al 1 de abril de 1984 no me interesa), últimamente me irrita mucho que se pongan a cantar en una película y cualquier cosa que me recuerde a la parte más superficial y estética de la nouvelle vague me pone de mal humor. Y cada vez me molestan más las películas fabricadas para ser "bonitas".

Hannah Murray, sí.

Por mucho que lo piense no sé por qué me gustó God help de girl.
No sé, hay veces que no me entiendo.
Que Dios (o quien sea) ayude al atractivo muchacho de tanto y muchos.

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